martes, 21 de agosto de 2007

Admiramos tanto a Alejandro


Con A. compartimos una pasión por Alejandro Magno. No hay personaje histórico que nos deslumbre más, él y su época ejercen sobre nosotros una extraordinaria curiosidad. Cualquier biografía que llegue a nuestras manos acerca de Alejandro –como le decimos familiarmente, como si nos refiriéramos a una amigo en común que esta lejos circunstancialmente-, una antigua Anabasis, un documental en Discovery o History Chanel, nos convoca. Películas pésimas, teorías absurdas o hipótesis alocadas, no importa. Allí estaremos siguiendo sus pasos. Hablamos de Hefestión y su muerte como si hubiéramos estado allí, criticamos a Darío, Rey de reyes, como si fuera un conocido y en todas partes, buscamos la hendidura que nos permita, más allá de la ciencia y del arte, acercarnos al alma de Alexandros, y a su valiente e intrépido corazón.
No creemos que nadie haya podido, como él, cambiar el mundo en pocos años y para siempre, a fuerza de un liderazgo basado en la admiración, el amor y el sacrificio, pero también en la astucia, la estrategia, la diplomacia, incluso por encima de la enorme destreza militar demostrada por él y sus macedonios. Su fracaso final, el límite que la realidad –el cansancio, la ambición, la traición, la incomprensión y una larga lista de etcéteras-le impuso a su utopía de hacer un mundo nuevo uniendo en un diálogo pacífico los distintos mundos que había conquistado, tal vez fue su mayor éxito. Esa es una duda que a veces encuentra en mí una respuesta y otras veces, la contraria.

1 comentario:

meirlauquen dijo...

A mí también me resulta muy interesante Alejandro . Arriesgo una hipótesis acerca de nuestra fascinación : Todos tenemos nuestro instante brillante de juventud,fuerza,potencia,destreza,talento,sabiduría,intuición,descisión,amistad,amor,amistad y amor,dominio de la escena,en fin ,luces que a veces son destellos y otras,iluminan largamente .Pero repartidas a lo largo de nuestro desarrollo y madurez . En él ,se dió todo junto de un modo excepcional,en un corto tiempo y con una fuerza que dejó la impronta que aun vive en el corazón de la Humanidad.