miércoles, 2 de noviembre de 2022

Otra nena

 


Había nacido en una noche habitada por campos de trigales y panteras, con una condición especial que mezclaba torpeza con una imaginación exagerada.

Había nacido de un polvo rápido bajo las olas, rápido, deseado, ansioso, para cumplir un anhelo que había defraudado apenas dijeron: nena.
Otra nena.
Hicieron esfuerzos por aceptarla y quererla.
El amor que nace de la culpa, el que necesita argumentos,
suele engendrar toda clase de equívocos.
Es como la mandíbula abierta de una fiera indomesticable, y hambrienta.
Los rechazos saltan en la noche como liebres, las panteras la acechan, los trigales solo acunan sus sueños de quimeras cuando la imaginación se aloca.
Escribe y piensa en ella y en él, en ellos.
Escribo y pienso en vos.
¿En otra dimensión seremos rosas que se abren por primera vez?
Pienso en los tres, la noche boca arriba pero no como en el famoso cuento, sino así:
la noche es tres espaldas desnudas en la arena
y todo el porvenir en el misterio celeste.