martes, 30 de enero de 2018

Yo, él, aquel


Fue así de raro.
Tenía recuerdos de todos guardados en un bolso de lona o de papel.
Algunos eran recuerdos viejos, otros recién creados y algunos pura invención.
 Los viernes Venus me juega malas pasadas y de un Eros desapegado paso a uno amorosamente melancólico.
En dos días hablé con él, vos y aquel.
Y me quedé sola en casa regando las orquídeas y las gardenias, cuidando a los animales, leyendo una novela que habla de desencuentros.
No sé ya a quien extrañar y me voy a dormir como si me hubieran chupado la sangre en la selva boliviana. 
Yo, él, vos, aquél, la trama del verano evocativo e imaginario.

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