 |
Domingo, 1926
(150 Kb) Óleo sobre lienzo, 29 x 34 in
The
Phillips Collection, Washington, DC
|
Cada vez que voy a buscar un libro tomo un riesgo: confirmar una ausencia o alegrarme de una recuperación. Así es la biblioteca de los inundados, un territorio incierto, impredecible. Lo que no está puede regresar, de la casa de algún paciente y amoroso amigo que se ha vuelto experto en recuperación de papeles. Pero también puede que ya nunca lo volvamos a ver. Puede que esté cubierto de hongos, de ese pegote oscuro empetrolado que invadió nuestra vida, de olor a mierda, como dice
acá Leopoldo Brizuela.
Busco una antología de poesía rusa.
No está.
Adiós Tsvetaieva, gracias Internet por acercarme, al menos "en efigie", el objeto extraviado.
Así como la biblioteca es la vida después del agua: todavía buscamos lo que no volverá nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario