martes, 23 de octubre de 2018

Alguien justo allí

Y un día, cuando todo se ha convertido en entrega y renuncia, cuando la aceptación le gana una batalla a la ansiedad (momentánea, pasajera, pero auténtica), cuando humillarnos nuestras manos al servicio de quienes por otros y nosotros alguna vez se humillaron,
cuando nada se espera.
Un día, en el el lugar más inesperado,
en el momento menos anhelado
cuando el agobio nos quiebra la espalda.
Alguien justo allí
convierte la noche en música, brindis y baile.
(Sabiendo mirar mirando)
Alguien capaz de mirarte a los ojos
sin tortuosos laberintos sin minotauros.

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