lunes, 12 de noviembre de 2018

Y de repente

Tenía el corazón arrebatado , como si todo el corazón y un poco más le pertenecieran a la hija que está enferma.
Tenía el pulmón oprimido e incapaz, como si el pulmón todo se oxigenara en la sonrisa de su hijo.
Tenía unas lágrimas que habían marcado surcos, como en la piedra, en donde alguna vez había tenido el útero.
Tenía el cuerpo lleno de marcas y cicatrices, tatuajes y restos de viajes, amores, tragedias, mutilaciones, la belleza de la vida del marinero y el náufrago, de la hechicera y la bruja.
Extrañaba a veces los años de juventud, quimeras y posibilidades abiertas al mañana como la flor del cactus que se hace esperar tanto pero al fin llega.
Miraba desde el avión las nubes como si no hubiera un pasado y un lugar a donde regresar.
Y de repente, alguien que interrumpe la nostalgia.

1 comentario:

Posicionamiento web Chile dijo...

Excelente artículo, tienes mucha razón en lo que dices, muy buena reflexión.