martes, 31 de marzo de 2020

El único antídoto

Tiene razón E. Venimos hablando, como con varixs amigxs.
El mundo se convirtió en un asteroide que va cobrando cada día más velocidad y no sabemos exactamente cuándo ni cómo será el impacto.
Ni que dejará en pie.
Me acuerdo de aquella película ya clásica de J. Carpenter, Príncipe de las tinieblas. De como el mal en su esencia está escondido en una micro partícula.
Guardada en secreto.
Por miles de años.
Hasta que.
El único antídoto eficaz parece ser el amor al prójimo, con su ética de servicio y de sacrificio, de renuncia a las comodidades superfluas pero no al goce de la vida. Ese gran mensaje que no hemos podido jamás escuchar y hacer real y que, sin embargo, insiste en reclamar nuestra atención.
Lo que angustia, a fin de cuentas , lo insoportable , es temer por los que amamos y por el mundo que acá perdimos .
No es que el mundo fuera la gran cosa , tan hediondo de injusticias y crueldades .
Pero es lo que conocemos , lo que acunaba nuestros sueños y daba forma a nuestras pesadillas .
No hay manera de despertarse cada día sin resistirse a la idea de que esto, y todo lo que ni nos atrevemos a pensar, esté ocurriendo .
Pone patas para arriba el sentido de todo lo que hacemos y pensamos .
Decimos cuando esto pase, pero no hay experiencia, ni individual ni colectiva .
Ni al I Ching me atrevo a consultar.
Y cuando cae la noche, miramos este cielo sin saber si es el mismo de ayer o de mañana .

No hay comentarios: