Hay que tener cuidado con las recomendaciones literarias. A veces, gracias a ellas, descubrimos un mundo y un autor del que o bien nunca habíamos escuchado hablar o bien, aunque conocíamos sus obras y su existencia, no habíamos leído nada. En algunos casos, nos dejamos llevar por el entusiasmo de quien nos recomienda (que puede ser alguien que suele acertar con nuestro gusto/deseo del momento, que parece haber abierto la boca para enviarnos el mensaje justo y casi providencial del libro perfecto para ese momento de la vida, que nos hace comenzar con un autor que se convierte en adicción luego) y gozamos por completo, agradecidos. En otras oportunidades, si hemos tenido una gran expectativa, la decepción puede resultar proporcional. Así que yo, en los últimos años, he optado por la prudencia al recibir una recomendación, aunque no la aplico al recomendar porque, debo reconocer, cuando estoy atrapada por un escritor/a, me parece que privar a mis amigos/as de su lectura se asemeja a un pecado, aunque trato de refrenarme, conociéndome como temperamento algo inclinado a la exageración apasionada.
Y así se arman cadenas y complicidades de intercambios algo curiosas. E., que no es una fanática de la ficción, pero si una amiga atenta e intuitiva, me sugirió que leyera a John Cheever, con quien su amiga B. está completamente fascinada. A B. la vi sólo una vez y hace unos años, pero a través de E. solemos encontrar coincidencias literarias que crean entre nosotras una corriente de simpatía.
A Cheever, de quien estoy leyendo sus Relatos (Relatos II, Emecé, Buenos Aires, 2006), creo que hay que leerlo con calma. De lo contrario se corre el peligro de no poder salir de ese mundo, que, como el de Carlson Mc Cullers, por ejemplo, nos va hundiendo en una densidad y una desazón de la que, si no fuera por las notas de humor que intercala en sus relatos, quedaríamos prisioneros. Y eso que aún no me aventuré por sus novelas.
caprichos de palabras y colores para navegantes... "La palabra humana es como una caldera rota en la que tocamos melodías para que bailen los osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas". (G. Flaubert). Mis libros de narrativa publicados: la novela Último verano en Stalingrado (Grupo Editorial Sur, 2014); Alma rusa (Edulp, 2020, crónicas) y Yegua (Cuero, 2021, cuentos)
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viernes, 4 de febrero de 2011
Recomendaciones literarias. John Cheever
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Cuentos,
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1 comentario:
Que bueno!! tantas veces aggarré este libro en las estanterias de una libreria y no me decidia...neecsito mi note en casa para leer "recomendaciones literarias" con traqnuilidad!!
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