Memorias de un enfermo de nervios (Denkwürdigkeiten eines Nervenkranken), de Daniel Paul Schreber (1842-1911), es de esos libros de los que hemos escuchado hablar en varias oportunidades, en especial a los que tenemos algún amigo psicoanalista, por el que sentimos curiosidad, del que sabemos vagamente algo (como que influyó definitivamente en las teorías sobre la paranoia de Freud, o en Jung, luego en Lacan y sus sucesivas interpretaciones y revisiones), sabemos que Deleuze, Melanie Klein y Elias Canetti escribieron acerca de él, que es un texto ineludible de la cultura del siglo pasado, etc.
Pero cuando lo leemos,(¡al fin!), como en mi caso, en esta maravillosa edición de Sextopiso (2008, 656 págs.), que incluye una Presentación de Roberto Calasso, las memorias propiamente dichas, las Observaciones psicoanalíticas de un caso de paranoia, de Freud, y El caso Schreber, de Elias Canetti (1949), es un chispazo en el cerebro. (Y una tras otra van cayendo las piezas del dominó.)
Obra de profundo impacto en algunas de las mentes más lúcidas del siglo XX,ofrece a los lectores contemporáneos tal multiplicidad de interpretaciones que parece inagotable. Como relato, el delirio de Schreber te sumerge (y atrapa) en la mente de un paranoico culto, brillante, fóbico y muy inteligente, que maneja el lenguaje como si sus palabras pudieran intervenir como los "rayos" de Dios y de las "almas probadas" que lo torturan en su duelo de ocho años de enfermedad, en nosotros mismos. Al mismo tiempo el sistema, la estructura de su delirio, ofrece varios paralelismos con diversas teologías, que pueden interesar tanto en sus lecturas estéticas como en las éticas. Desde el punto de vista de la política, Canetti interpreta la paranoia como "la enfermedad del poder", como lo más parecido al ejercicio del poder político, y lo compara con el nazismo. Ni que decir que Freud fundó gran parte de sus ideas sobre la paranoia a partir de este relato, del debate del mismo con Jung, y que las sucesivas revisiones a la interpretación de este caso en Freud (que veía en Schreber y su delirio paranoico una respuesta a la represión de su deseo homosexual) han hecho correr mucha tinta.
Imposible, en la Argentina de estos días, leerlo sin pensar en el discurso delirante de Elisa Carrió.
En su delirio de grandeza, su lucha contra Dios (el padre autoritario de Schreber, Flechsig, su psiquiatra, etc), único igual, su percepción de ser la medida de todas las cosas y el único sobreviviente humano en el universo (anuncios de catástrofes); el complot urdido en su contra, su decisión de someterse a la metamorfosis en mujer, las torturas y transformaciones que vive en su cuerpo, Schreber de alguna manera ha triunfado, en su deseo evangelizador, al difundir como "religión" su delirio, como se evidencia de algún modo en esos ríos de tinta que atraviesan los campos de la literatura, el psicoanálisis, la filosofía política del siglo XX que vuelven una y otra vez sobre esta obra escrita por un enfermo mental recluido en un manicomio durante casi una década.
Ha logrado que hablemos de él, nos interesemos en su palabra, observemos (legitimando de algún modo y por los caminos más inesperados) la importancia simbólica de los significantes de su lenguaje.
Contratapa de mi edición:
Pero cuando lo leemos,(¡al fin!), como en mi caso, en esta maravillosa edición de Sextopiso (2008, 656 págs.), que incluye una Presentación de Roberto Calasso, las memorias propiamente dichas, las Observaciones psicoanalíticas de un caso de paranoia, de Freud, y El caso Schreber, de Elias Canetti (1949), es un chispazo en el cerebro. (Y una tras otra van cayendo las piezas del dominó.)
Obra de profundo impacto en algunas de las mentes más lúcidas del siglo XX,ofrece a los lectores contemporáneos tal multiplicidad de interpretaciones que parece inagotable. Como relato, el delirio de Schreber te sumerge (y atrapa) en la mente de un paranoico culto, brillante, fóbico y muy inteligente, que maneja el lenguaje como si sus palabras pudieran intervenir como los "rayos" de Dios y de las "almas probadas" que lo torturan en su duelo de ocho años de enfermedad, en nosotros mismos. Al mismo tiempo el sistema, la estructura de su delirio, ofrece varios paralelismos con diversas teologías, que pueden interesar tanto en sus lecturas estéticas como en las éticas. Desde el punto de vista de la política, Canetti interpreta la paranoia como "la enfermedad del poder", como lo más parecido al ejercicio del poder político, y lo compara con el nazismo. Ni que decir que Freud fundó gran parte de sus ideas sobre la paranoia a partir de este relato, del debate del mismo con Jung, y que las sucesivas revisiones a la interpretación de este caso en Freud (que veía en Schreber y su delirio paranoico una respuesta a la represión de su deseo homosexual) han hecho correr mucha tinta.
Imposible, en la Argentina de estos días, leerlo sin pensar en el discurso delirante de Elisa Carrió.
En su delirio de grandeza, su lucha contra Dios (el padre autoritario de Schreber, Flechsig, su psiquiatra, etc), único igual, su percepción de ser la medida de todas las cosas y el único sobreviviente humano en el universo (anuncios de catástrofes); el complot urdido en su contra, su decisión de someterse a la metamorfosis en mujer, las torturas y transformaciones que vive en su cuerpo, Schreber de alguna manera ha triunfado, en su deseo evangelizador, al difundir como "religión" su delirio, como se evidencia de algún modo en esos ríos de tinta que atraviesan los campos de la literatura, el psicoanálisis, la filosofía política del siglo XX que vuelven una y otra vez sobre esta obra escrita por un enfermo mental recluido en un manicomio durante casi una década.
Ha logrado que hablemos de él, nos interesemos en su palabra, observemos (legitimando de algún modo y por los caminos más inesperados) la importancia simbólica de los significantes de su lenguaje.
Contratapa de mi edición:
Memorias de un enfermo de nervios es una extraordinaria crónica de uno de los delirios más alucinantes que se hayan registrado en la historia de la humanidad, el del presidente de la Corte de Apelaciones de Dresde, Daniel Paul Schreber.
Presentamos la segunda edición de este libro canónico que incluye los siguientes textos: «Nota sobre los lectores de Schreber», de Roberto Calasso; «Observaciones psicoanalíticas de un caso de paranoia» de Sigmund Freud; «El caso Schreber» de Elias Canetti.
Schreber relata con detalle y precisión lo sucedido durante su prolongada estancia en el hospital mental de Sonnenstein, cuando tenía la plena convicción de ser víctima de un intento de almicidio por parte de Dios, con la ayuda de su psiquiatra, el Dr. Flechsig. En esta feroz lucha está en juego nada menos que el orden del mundo y el futuro de la humanidad, por lo que el presidente Schreber recurre a cuestiones extremas como transformarse en mujer para así intentar seducir a Dios y poder conjurar el peligro que se cierne sobre su persona.
Las Memorias han sido un texto esencial para diversos pensadores y escritores. En esta edición se incluye un ensayo introductorio de Roberto Calasso que permitirá al lector seguir paso a paso el impacto y trayectoria de este excepcional libro; como apéndices aparecen dos importantes textos: «Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia», famoso ensayo de Sigmund Freud en torno a las Memorias, que se erigió como la piedra angular de su teoría de la paranoia, y «El caso Schreber» de Elias Canetti, donde vincula con minucia la paranoica figura del presidente Schreber con la del poderoso por antonomasia. |
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