Mostrando entradas con la etiqueta Poder. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poder. Mostrar todas las entradas

sábado, 6 de abril de 2024

La batalla descafeinada de los influencers o de cómo navegar en un mar de mierda

  1. Voy a un lavadero de autos de mi barrio , un barrio clase media cayendo en picada, fuera del casco urbano platense. Atienden unos cinco pibes de unos 17 a 20 años, laburantes. Le digo al que parece el encargado, con insistencia: por favor no me mojen la alfombra del baúl, sólo pasarle la aspiradora, la última vez me la empaparon. Perfecto. Por favor te lo pido, le aclaro, después me quedo un olor…y hago un gesto y el pibe se ríe, buena onda. Sí señora, vaya tranquila. Arreglo horario para retirar el auto y me voy.

Regreso una hora después de lo acordado, porque ya conozco su flexibilidad con el reloj. Todo es relativo en tiempos libertarios, si Conan dice que una hora dura 300 minutos, ya sabemos, cualquier objeción a esa verdad es adoctrinamiento de quienes no la vemos.  Si aprendimos algo rápidamente es que la única libertad que permite  La Esclavitud Avanza es la del despliegue de las Fuerzas del Averno (narco negocios, caos, crueldades, saqueos). Llego: el auto no está listo, la alfombra…¡¡¡chorrea!!!! Le pregunto al mismo pibe porque la lavaron. Con respeto, me dice: se les pasó un poquito. No un poquito, está empapada, está empapada. 

Los elementos básicos del pensamiento racional (observación y constatación de hechos, deducción), quedan fuera de la escena cotidiana, parece cuestión de opinión, y hay opiniones que valen más que otras (siempre las hubo), ¿pero cómo se legitiman hoy? El prestigio, (de clase, de ocupación de lugares consagrados como la academia, el mundo de la cultura, el espectáculo artístico, el periodismo, las ciencias, la política, las iglesias,  etc.) ha dado un viraje, tanto si leímos o no a  Bourdieu, vemos que los campos tradicionales han cambiado. Lo que legitima es tener seguidores. Son tiempos de panelistas presidentes. Ya lo vimos  anticipado en varios productos artísticos de ciencia ficción


En lugar de enojarme, me quedo pensando en ese gran problema pedagógico del que hablamos con muchxs colegas docentes, sobre el cual ya hay bastante literatura, el problema de la dispersión, de la dificultad para concentrarse, mantener la atención, retener consignas. No es un problema de lxs pibxs, es generalizado. La pandemia, la multipantalla, la hipercomunicación permanente, lo profundizó. Mientras escribo esto yo misma, estoy cocinando, editando cosas de trabajo, escuchando radio y manteniendo varias conversaciones por whatsapp, ¿ustedes?

No les pasa sólo a lxs pibxs, pero hay ya varias generaciones que se están educando EXCLUSIVAMENTE así. exclusivamente conlleva la palabra exclusión. No es inocente. Entonces, me pregunto, ¿cómo entra la cuestión política en esa subjetividad, la relación entre lo cotidiano, tu vida, un laburo de mierda precarizado donde te super explotan y  tu voto? 

Fragmentados, andamos en esta tristeza de derrota, unos movilizando acá, otrxs allá, firmando solicitadas, tratando de reagruparnos. Pero, cómo preguntaba un señor ruso a principios del siglo XX

que no nombraremos para no ofender a los fanáticos que nos vigilan y castigan, ¿QUÉ HACER? Ese señor era un capo total, pero hasta ese se equivocó en cuanto a la lectura del momento oportuno y, ya sabemos, la revolución lo agarró en el exilio, pero esa es otra historia (la cuenta muy muy lindo S. Zweig, por si les interesa, en un Libro que se llama Momentos estelares de la humanidad). Por eso me llama mucho la atención que algunxs que no le llegan ni al zócalo del tobillo a ese señor (en capacidad de conducir, en compromiso revolucionario, en poner el cuerpo, que incluye su enorme trabajo intelectual pedagógico y político, y etc) la tengan tan requete clara siempre.

¿Qué tendría que hacer la escuela, y que efectivamente PUEDE hacer, además de intentar defenderse ante un ataque sin precedentes al corazón mismo de su razón de ser? ¿Estamos, nosotrxs mismxs, docentes, atentxs a los comportamientos de lxs pibxs, a los síntomas que ahí se expresan, en esas pequeñas gestualidades, o estamos también “en una”, dispersxs, angustiadxs, hipercansadxs, desorganizadxs?


2.  Los pobres están condenados a Internet . 

Según Kobek, "los pobres están condenados a Internet, un recurso maravilloso para ver televisión de mierda y experimentar angustia por los salarios de otras personas" [dice Geert Lovink, un holandés que estudia el tema redes como máquina del capitalismo para producir individuos y comunidades tristes], y allí ir perdiendo el sentido y la potencia vital individual, política, comunitaria, grupal, mientras nos hundimos (nos hunden) en un mar de mierda y de odio.

Entonces, pasamos de militar concienzudamente (sea lo que sea que quiera decir, ustedes me entienden probablemente), de desear conquistar lugares de poder, para PODER (cambiar el mundo, no entregarnos resignadamente a su alto grado de desigualdad e injusticia), incluso con todos los juegos cortesanos que implican los dispositivos de poder (nobleza, lealtad, esfuerzo colectivo y también su lado oscuro: monjes negros, favoritxs, oportunistas, arribistas, figuretis, chismosos lleva y trae salidos de una comedia y a veces también de una tragedia shakespeariana con pinceladas de Marechal) a tratar de ser todo INFLUENCERS.

Porque los influencers se destacan, ganan plata (monetizan), ganan elecciones, ocupan los espacios de poder, se hacen las tetas (o caras o culos, o dientes o  lo que sea que haya que hacerse para sentirse menos tristes, solos e infelices), cogen más (o no sé, porque parece que esa práctica no está muy de moda en ese sector)😆😀 influyen, en definitiva, en la cosa pública, en la polis, en la política, aunque esta parezca reducirse al mundo especulativo financiero.

Entonces todxs entramos voluntariamente a la Máquina de producir tristeza y desigualdad, mientras subimos fotos sonrientes a las redes, mostrando qué importantes, felices, exitosxs, o bellxs somos.

3. Los influencers no hacen obras de ficción👀

porque su territorio es el de las redes, esa realidad no sólo les alcanza, sino que es su medio vital. ¿Qué hacen? No sé muy bien, más que todo, marketing, venden, o asumen que todo es mercantilizable (el sexo, la política, el arte, las luchas, las rebeldías) y que no hay otra posibilidad más que moverse y sobrevivir, DESTACARSE para eso, en el océano del capitalismo digital financiero, voraz y veloz.💩💩💩💩💩💩💩

La ficción va perdiendo espacio en esos mundos, porque la ficción permite imaginar otras posibilidades, incluso permite que la tecnología esté mandata por la política, el arte hace obra, la literatura crea mundos, y allí se puede batallar, se puede seguir soñando con triunfos populares y no con derrotas resignadas.

No sé qué lugar ocupa la narrativa memes en la economía capitalista actual, ni si es un género de ficción. No sé casi nada.  Si hay que apagar las pantallas, si hay que dinamitar Silicon Valley, si hay que hacer como el personaje de Fuga de Nueva York  (¿se acuerdan?) y apagar todo, o estamos más bien en una de El eternauta.

Lo que sé es que no podemos mirar al costado y dejar que lo único que podamos proponer como horizonte sea el de hacerse/nos influencers. 


jueves, 8 de marzo de 2018

#8M

#8M
Recorro muros y todxs en alguna medida estamos opinando sobre lo que ocurrirá mañana, qué haremos, qué no haremos, qué es lo correcto, cuál es el deber ser y el no deber ser del feminismo.
Hay posiciones más dogmáticas, hay algunas que son deudoras de larguísimos años de militancia en los movimientos de mujeres, de debates, de síntesis "superadoras" de contradicciones de antes y de ahora.
Hay posiciones desde el humor, las hay de protesta ante tanta corrección política, feminismos de ceño fruncido (muchas veces con justas razones) y otros de voces jóvenes y disruptivas.
A mí me parece positivo este quilombo, me encanta que discutamos, me encanta que no haya UN DEBER SER, me encanta que las feministas de más de 70 nos aleccionen con el dedito acusador de tanto en tanto, porque creo que se lo han ganado un poco (¡había que ser feminista hace unas décadas !) y también me gusta que las más pibas nos corran con el carnet del feminismo revolucionario a las que llevamos varias décadas tratando de darle forma al feminismo mientras criamos a nuestros hijos, laburamos y militamos en espacios dominados por la matriz patriarcal que también atraviesa nuestras prácticas y vida emocional. Las grandes, las pibas igual: como si lo hubieran inventado ellas hace unas décadas o hace 10 minutos.
Y lo estamos amasando entre todas.
Lo generacional es transversal a nuestra lucha también.
Me encanta que mis amigos, conocidos, parientes, ex, hijo, compañeros de laburo, hombres (hetero, gay, bi) se hagan preguntas sobre mañana, como nos las hacemos nosotras en nuestros espacios de encuentro y debate: laburos, sindicatos, familias, grupos de amigas, partidos políticos, universidades , escuelas, fábricas, organizaciones, igual que nosotras.
Me gusta la estética diversa del feminismo y la politización, me gusta que ganemos el espacio público, porque lo hemos conquistado.
No dudo que hay discursos oportunistas, frívolos, "comerciales": el mercado siempre se apropia de lo que nace radicalizado e intenta hacerlo mercancía, el poder siempre se roba las palabras con las que nacen los gritos de rebelión.
Ya irán cayendo máscaras, ya iremos haciéndolo mejor cada día.
Ya habrá más música y menos policía en las calles.
Como además tengo en mi caso una perspectiva peronista y latinoamericanista, asumo que el conflicto es constitutivo de la política, entonces, también lo es del feminismo y del machismo . Me gusta que se armen colectivas de mujeres escritoras y editoras y hablemos de que amamos a Mary Shelley y a Niní Marshall, sin miedo, con alegría, con rabia y sin tantos cánones, porque no estamos para medirnos la poronga a ver quién escribe mejor, quién sabe más, quién lo dice más lindo, sino con alegría de salir juntas y diversas a jugar el juego que sabemos jugar, con nuestras reglas, con las que podamos romper y con las que podamos inventar, sin un mapa predeterminado pero con algunos objetivos claros.
Incluso me gusta que algunas se quejen y estén cansadas de las comisarias políticas (¿quién no se cansa de eso alguna vez?); me gusta la honestidad de ciertos planteos masculinos, de esos compañerx que son solidarios y quieren entender de qué la va la cosa y a la vez expresan sus contradicciones y prejuicios, como hacemos nosotras también.
Y también esos que hacen bromas y dicen incorrecciones pero tienen prácticas igualitarias con sus compañeras en la crianza de lxs hijxs, lxs laburos, la vida política y social. Me hacen reír, me hacen pensar, a veces me hacen enojar, pero siempre los prefiero a los que engañan con discursos pro igualdad y se portan como machos opresores en la diaria.
Me gusta que hablemos del aborto, porque nos tuvimos que callar años y porque abortamos en la clandestinidad, en la soledad, en el miedo, en el dolor, en la muerte.
Me gusta que nos pensemos como movimiento no exento de la cuestión de clase que nos atraviesa, y que no olvidemos un solo instante que nuestras hermanas más pobres y más explotadas son quienes más nos necesitan para dar estas batallas.
Me gusta que hablemos de nuestros cuerpos, del clítoris, de la vagina, de las tetas, de la menarca, la menstruación, de la menopausia, de los cánceres de mama, de útero, de ovarios, que tantas padecemos, entre otras cosas, porque no se habla, porque no se invierte, porque no se hace prevención, porque son problemas "de mujeres".
Me gusta que empecemos a enunciar y denunciar los abusos, las violaciones, que asumamos que hemos sido víctimas y callamos muchas veces.
Me gusta que pensemos en pedagogías igualitarias y emancipadoras para nuestrxs hijxs y estudiantes.
Me gusta que hablemos de salarios, de jubilaciones, de ajuste.
Que exijamos justicia para todas las pibas y las travestis que son secuestradas, asesinadas, golpeadas, torturadas.
Que gritemos #NiUNaMenos #VivasYConTrabajoNosQueremos.
Vivas además, es viviendo la vida a pleno, con derechos sociales, educativos, de salud, laborales, previsionales, con libertad de expresión y de información, con democratización del goce, con poder vivir nuestra sexualidad del modo en que nos haga felices sin tener que rendir cuentas a nadie.
Creo que estamos logrando que no haya una sola manera de expresar que estamos a favor de la igualdad y la justicia social. Que no hay feminismo sin igualdad, y no hay igualdad en el neoliberalismo.
Creo que estamos protagonizando algo realmente groso. No soy ingenua, soy consciente de que se avanza un poco y se retrocede, como la marea. Pero aún así, mañana marcho con una esperanza renovada, en un gran abrazo de sororidad y evocando a todas mis queridas amigas, familiares y maestras en el feminismo que ya no están.

Fuente: https://www.facebook.com/FinaScheiner/posts/10215455017027520

viernes, 22 de diciembre de 2017

Sin pan y sin trabajo, sin paz, pobre Gutiérrez

"En cuanto a Gutiérrez, está, como de costumbre, al servicio de todos, y como ayer, sin comerla ni beberla: su 'dictadura' (la del proletariado) no salió de una mera enunciación 'abstracta', ya que, según era previsible, otras clases ejercen su 'tutoría' y gobiernan por él". (Leopoldo Marechal, Autopsia de Creso)


"La convicción de que existe un vínculo especial entre el trabajo de cada hombre [y mujer, habría que agregar]  y el sentido global de la existencia humana, se encuentra en la base de la doctrina cristiana sobre el trabajo", sostenía Juan Pablo II ante la Conferencia internacional del Trabajo en 1982.
La crisis global del modelo del trabajo asalariado en la producción industrial ya era tema de investigaciones, reflexiones y debates políticos. En este caso, de un pequeño y todavía actual librito del filósofo y teólogo jesuita-marxista francés, Jean-Ives Calvez, extraordinario ser, Necesidad del trabajo. ¿Desaparición o redefinición de un valor?*
Daniel Santoro trabajando
Allí desarrolla la idea del trabajo, desde el punto de vista filosófico y teológico, e mediación entre el hombre y la naturaleza, transformación de ésta, creación y expresión, un hacer con otros y para otros y no solo explotación y apropiación de la renta por parte de los amos, que desde ya, también lo es.
El trabajo, organizador de comunidad, es mucho más que un tema económico, en la sociedad globalizada actual (Calvez aún no la llama así),  la subjetividad del trabajador se ha roto, decimos nosotros. Ese sujeto arrojado hacia el mundo sin otras armas que las propias, cuando ya no está organizado en un sindicato, cuando ya no es el trabajo (que siempre es digno) propio del modelo industrial el que genera alguna certidumbre, se quiebra, y el mundo todo cruje.
Las transformaciones del mundo de la producción y el trabajo desde el tiempo en que Calvez escribe (tres cuatro décadas) son profundas y globales. Sin embargo, en su libro ya se perfilan algunos síntomas y problemas que enfrentamos hoy, ya observa que a pesar del crecimiento económico acelerado, la exclusión social y laboral no han hecho más que aumentar, y la apropiación de la riqueza producida por miles de millones en manos de una pequeña minoría parece ser aceptada sin mayores crisis políticas. Son pocas las voces significativas que se alzan en contra de este estado de las cosas, algunos líderes religiosos, algunos líderes políticos. Calvez no se detiene en la cuestión de la comunicación, pero nosotros no podemos dejar de señalar que en la sociedad hiper informada del mercado, la hipercomunicación parece actuar como la banda de redoblante que acompaña al ejército triunfador que avanza sobre tierra arrasada, tapando con su fanfarria el sonido de las armas y de las agonías de los millones de cada´veres que siembran a su paso, el clamor de la tierra desertificada y de las especies exterminadas. La venganza de la naturaleza no se demora, y estalla como tsunamis, como huracanes, como emergencias climáticas que siguen sin ser escuchadas por los que cortan el bacalao.

Pobre Gutiérrez
 La distribución del trabajo y de su producto (sean bienes, sean servicios) son cuestiones básicas de la trama social, nos recuerda Calvez. "Al contrario de las leyes de la producción, las de la distribución son ampliamente de carácter humano" (J. S. Mill, Principes d'economie politique).**
Calvez analiza desde el marxismo la alienación del trabajo asalariado, recorre la historia (desde un punto de vista cristiano marxista) del trabajo y la función que éste tiene como organizador de la sociedad, la comunidad, la familia.  A pesar de realizar una fuerte  crítica a las condiciones de explotación del modelo industrial, al contrastarlo con la transformación del trabajo que inició en las últimas décadas del siglo XX y sus características también de alineación pero de soledad (el trabajador "independiente" solo frente a la empresa), de precariedad, destaca que el trabajador sindicalizado, a pesar de sus condiciones de explotación, encontraba en su ambiente laboral la posibilidad de organizarse con otros, hacerse preguntas, crear conciencia de clase, resistir, obtener mejoras.
No sabemos qué ocurrirá en los próximos años. Ejércitos de desocupados de ya varias generaciones, y millones de seres alienados a grados extremos, que solo parecen querer trabajar y consumir sin que intervenga allí ni el deseo ni la disrupción, ni la política, empujados a la pobreza, a los márgenes, a  la consideración de ser para "el mercado" menos que basura, cosas reemplazables fácilmente, desechables.
Quienes tenemos la experiencia de habernos quedado sin trabajo, de ver como tiembla el mundo entonces, de sentir en carne propia que no hay modo de volver a casa, de mirar a nuestros hijos, de erguirnos con dignidad sobre nuestros pies, sabemos qué golpe profundo a la subjetividad es perder el trabajo. Perder el trabajo, y sobre todo cuando esto crece colectivamente y nos vamos quedando sin redes, sin lazos, nos deja inermes, no queda casi resto para pensar, para militar, para luchar. 
Todo tiembla.
Pero ese temblor puede también engendrar lo que todavía no existe, si se organiza, eso también hay que recordarlo aún en los momentos más oscuros.
Que esto ocurra en vísperas de las fiestas cristianas y de fin de año, le agrega un componente de perversión inusitada, que parece alimentar el goce de los actuales gobernantes.
E. de la Cárcova, Sin pan y sin trabajo,1894.
Óleo sobre tela, : 125,5 x 216 cm.
Un universo paralelo nos separa, porque se trata de una dirigencia que no tiene la experiencia del trabajo, sino del capital solamente, es decir, se trata de grandes delincuentes cuya fortuna se ha basado siempre en la explotación de otros, y quien explota no puede concebir al otro como sujeto, como par, como humano, porque de hacerlo, de "cristianizar" o humanizar su mirada, de concebirlo como prójimo, tendría que verse impelido a ingresar al orden democrático de los derechos laborales, sociales y humanos. Jamás alguien democrático y cristiano puede explotar, puede balear, puede dejar a miles sin trabajo solo para hacer negocios, y encima gozarlo. Mejor lo explicaba Marechal en su Autopsia de Creso (1965).
 "Se ha establecido ya definitivamente a la Revolución Francesa como el trance histórico que determina la exaltación de Creso al poder mundial. Aunque la intervención de Gutiérrez el servil en la revuelta de Creso añadió a los episodios algunas tintas de color “masivo”, y pese a la romántica declaración de los Derechos Humanos y sus consecuentes libertades, la Revolución fue una gesta de la burguesía en sus causas, en su desarrollo y en sus efectos ulteriores. Ya veremos cómo trató Creso al pobre Gutiérrez, no bien consolidó su reinado, ya qué se redujeron las famosas 'libertades' tan cacareadas por el Hombrecito Económico. Es evidente que la gloria nada limpia de Creso triunfante es la de haber impreso 'su mentalidad' a todo un mundo, en la más triste de las 'nivelaciones por abajo' que haya conocido la historia".





* Losada, Buenos Aires, 1999.
**, en Calvez, IB. p. 36.

martes, 7 de marzo de 2017

Fascismo pornográfico


"En el mundo mis dos enemigos son / mellizos inseparables y mancomunados: / el 
hambre de los hambrientos y la saciedad de los saciados”
( Marina Tsvietáieva)

Glosario:
Fascismo
Sabido es que Mussolini usó el símbolo romano antiguo de las fasces (formado por
un haz de varas de aproximadamente un metro y medio de longitud con un hacha en la parte alta) como parte de la construcción del relato que pretendía dotar de una épica que legitimara a las bandas de delincuentes que componían mayoritariamente los Fasci Italiani di Combattimento (haces italianos de combate) creadas en 1919. Este emblema ya había so usado antes en la Revolución Francesa, pero los pnaes del lider italiano tenían otro sentido; fueron la base para la creación de los Fasci Italiani di Combattimento, la derecha que arrasaría con el comunismo italiano. Pero eso no ocurrió de un día para otro, como todo en la historia humana, fue el resultado de un proceso político complejo, que germinó en ciertos anhelos legítimos de algunas mayorías, y se expresó en prácticas de control, disciplinamiento, persecución, represión, exterminio.[1]

Pornográfico es sinónimo de obsceno, que lo es a su vez de indecente, impúdico, deshonesto, inmoral, procaz, concupiscente, pornográfico, lúbrico, sucio, escabroso.


1.
Pienso en las prácticas de este gobierno y muchos de sus socios mediáticos, en lo ocurrido con las recientes amenazas a los hijos de un dirigente sindical docente, y solo se me ocurre una categoría: fascismo pornográfico.
Ampliado, pantallizado, repetido, en cientos de redes, en miles de dispositivos, los rostros de las víctimas sugeridas para el sacrifico.
Amaso esta idea del fascismo pornográfico en diferentes viñetas.
La exposición pública de la intimidad de quienes no eligieron una vida pública, fundada en relatos mentirosos, para tapar los chanchullos de grandes mafias o de grandes cínicos.[2]
Pienso en todos los que cambiamos nuestros perfiles en las redes, u opciones de seguridad, no ya por paranoia, sino por este fascismo pornográfico, que nos hizo saber, desde el momento de su asunción, no ya lo que sospechamos de la vida en el panóptico global del siglo XXI, sino la explicitación porno de que nos espían, nos vigilan y eso tiene y tendrá (y ya tuvo en muchos casos) consecuencias sobre la conservación de tu trabajo.
Si me críticás, si osás oponerte, si hacés uso de tus derechos (a la libertad de expresión, a la huelga) serás castigado con el despido, con el encierro, con la injuria o el desprestigio, la amenaza, la persecución.
Novecento, de  Bernardo Bertolucci, 1976
No a cualquiera. Cierto, el "enemigo" y la metáfora siempre bélica y violenta elegida hace del significante "ultr K" (el ultra remite  fanatismo irracional, a locura, a estupidez, a violencia o intolerancia, es justamente volver siniestro lo diestro).
"Ultra k", construcción de equivalencia discursiva que al principio refería al 49 %  de los votantes que se identificaba con las políticas del kirchnerismo, y luego, a cualquiera que se oponga a las políticas de saqueo y de transferencias de recursos de los trabajadores a los grandes capitalistas y de conculcación de derechos sociales, económicos, educativos, de género...
Escribo apurada, no tengo el tiempo que si aconsejaría a cualquier otro: tiempo para revisar, corregir, dejar macerar, darle forma de artículo. No le llego ni a la sombra de los talones, pero sí me identifico con el aullar sin ruido y el borrar huellas que es el escribir para la gran deseante Marguerite Duras.
Ya llegará, hoy es la urgencia, hoy hace falta retomar la palabra en una de sus primordiales funciones, narrar lo perdido, lo robado, lo que está en disputa, antes de que el fuego y las hogueras arrasen con la memoria de lo que fuimos y pudimos ser.
Y a la vez, para someter estas palabras al juicio de aquellos que pueden o no creerme, compartir mis ideas, pero que estoy segura en la hora de la hora no estarán del lado de los verdugos.
Nunca del lado de los que violan, matan, secuestran, reprimen, a los pibes, a las mujeres, a los putos, a los inmigrantes bolivianos, peruanos, paraguayos; a los pueblos originarios; a los gremialistas que luchan por sus representados (no a los transeros ni a los chantas); a los pobres sobre todo, a los pobres.
En sus ansías de negar el pasado y construir un relato épico y auto-halagador, para justificar la persecución de los adversarios políticos, tal como en su momento en Argentina hizo la llamada revolución libertadora, que no sólo fusiló los cuerpos de los opositores, sino que intentó fusilar las palabras, es decir, el lenguaje, allí donde perviven los sentidos de las memorias populares, de los mitos populistas a los que tanto les teme el fascismo real, que acusa de totalitarismo a todo movimiento no liberal que se basa en satisfacer y aglutinar las demandas de los sectores populares y las minorías marginadas en los dispositivos de poder de las democracias liberales contemporáneas. Y a su vez, le niega esa condición a las prácticas totalitarias que propone o auspicia el poder, ya sea explícitamente (ponográficamente), ya sea abonando el zeigest que así lo habilita.
¿Qué son? Mejor lo expresó el filósofo Gustavo Varela.

2.
Amaso esta idea del fascismo pornográfico en diferentes viñetas.
La lucha del capital contra el trabajo se ha expresado de maneras extrañas en movimientos que supuestamente defienden a los trabajadores, como el fascismo italiano de Benito Mussolini, y en realidad se dedican a perseguir, silenciar, abusar, destruir toda organización de las bases, de los trabajadores (trabajadores de las manos, las palabras) para beneficiar a los amos.
Natalia Ginzburg, que pagó el precio por su amor a Leone,  por sus convicciones, el precio que se paga en cualquier fascismo para quienes a pesar del miedo -quien no tiene miedo no es valiente, es inconsciente o idiota- , lo pagó perdiendo a manos de los verdugos a sus esposo y padre de sus hijos, lo pagó con el exilio de parte de su amada familia, lo pagó con el empobrecimiento y la dificultad para vestir y alimentar a sus pequeños hijos, no lo pagó cediendo su libertad de decir, de escribir, de trabajar con las palabras.[3]
No lo pagó entregándose a una pereza intelectual o estética, no renunció a ser quien era.
No lo pagó yendo a dar clases para enseñarle a sus alumnos la sumisión al poder, la desesperanza, la renuncia.

3.
Amaso esta idea del fascismo pornográfico en diferentes viñetas.
Lo he visto crecer en  las redes, ámbito de la comunicación política referida por este gobierno que lleva adelante ese proyecto.
Proyecto que vulnera en Milagro la carne, la idea, lo construido por una mujer pobre, india, desclasada y marginada desde hace por lo menos 500 años por el patriarcado machista que se siente poderosos siempre que se reproduzca una y otra vez la escena primaria de la desigualdad pedagógica en América Latina, como dice otra nueva "proscrita" de la formación docente del ministerio nacional, Adriana Puiggrós, la escena de Requerimiento.[4]
Escribo porque no se banca más.
Porque de un día a otro en la ciudad de los masones, la ciudad del proyecto racionalista y positivista de la generación del 80, en la cuidad que luego se volvió del pueblo y de Eva Perón, en la ciudad que en proporción entregó más hijos a la hecatombe de los verdugos del 76 (verdugos cuyos patrones y mandantes siguen en el poder, y hoy además, en el gobierno), en esa ciudad, en la plaza central, a pocos días de asumir un gobierno local baleó a trabajadores, a los trabajadores más humildes, a los cooperativistas que limpian la mugre de todos los demás. Los echó, los humilló, les disparó.
Y lo dejamos pasar.
La mayoría lo dejó pasar.
Porque el fascismo se alimenta de la indiferencia y de miedo paralizante, que crece en cada uno de nosotros. El fascismo se llevó a Emilia (Yésica Emilia Uscamayta Curí) en esta ciudad, y lo dejamos pasar aun sabiendo que los responsables son muy cercanos al gobierno local y al provincial.
Emilia Uscamayta Curí

Y luego, balearon a los pibes en la murga de una villa porteña, en la ciudad Babilonia donde residen los más ricos del país, y aún así, construye muros y abandona a sus hermanos más empobrecidos (no pobres, empobrecidos, porque alguien se quedó con lo que es de ellos).
El fascismo se vuelve pornográfico cuando se vive en una democracia  limitada. Cuando el Poder ejecutivo incuso desconoce una constitución liberal, gobierna a decretazos a espaldas de los otros poderes, cuando no puede comprarlos .
Es pornográfico este fascismo de la posverdad, del capitalismo desaforado del siglo XXI que ha hecho del cinismo un valor político positivo, que propone e discurso del engaño, la trata de la comunicación publicitaria y de la puesta escena de mascaradas en un "como si" fuera eso la política.
El decir sin sostener, la narrativa de una ficción que se repite una y otra vez, con el esquema de las promesas de las religiones del más allá aggiornadas -sufra ahora, que hay un futuro que nunca llega pero será compensados- por que el dios dinero es el dios más auoritario y cruel que se haya conocido. Gobierna a través de sus Cresos y ni siquiera deja la esperanza del amor, del sacrificio por otros Ayn Rand , filósofa leída y venerada por estos que se declaran liberales pero practican el  fascismo porno, canta las loas al egoísmo y al individualismo.
El fascismo porno ataca el corazón del sistema de formación docente y las políticas educativas, culturales y de salud que pueden construir prácticas y discursos contrahegemónicos, luego de haber recuperado para los oligopolios los medios de comunicación tradicionales (televisión, gráfica) y cerrar los negocios con los nuevos: las multinacionales como Google, Facebook, que no solo rinden en bienes materiales, sino que inciden en la construcción simbólica de sentidos y operan sobre las subjetividades del sujeto contemporáneo.
Es como en la ucronía de P. Dick, como El hombre en el castillo, como un gran campo de experimentación de los totalitarismos porno.
La subjetividad tramada por las prácticas de la comunicación global de las TIC garantiza, como vislumbró Philip Dick, como el arte capta, como en Black Mirror, es desvitalizada, pusilánime. El fascismo porno te dice en la cara: te espío, porque sos un gil que me cuenta todo en Facebook. Te espío, porque te rendís a todas las prácticas y ansiedades de la racionalidad capitalista, te someto porque sos un consumidor complaciente, indiferente, desvitalizado. Ni siquiera deseas, a lo sumo cojés de tanto en tanto, pero no deseás, para desear hay que estar vivo, para vivir hay que tomar decisiones, hay que asumir la pérdida, la falta, la lucha por ser quienes somos, y no por ser objetos.

4.
El fascismo porno goza en especial de quebrar a quienes luchan. Goza de someter, de extorsionar, de hacer ceder, goza al violar.
Novecento, de  Bernardo Bertolucci, 1976
Goza al detener a las militantes feministas que convocan al paro internacional del 8M, como si estuviéramos en dictadura, en esta democracia cada día más acotada, ajustada, reducida hasta la asfixia para muchos.
Goza cuando el miedo hace claudicar las convicciones, la solidaridad entre compañeros trabajadores, la falta de palabra, la delación.
El fascismo en todas sus versiones rinde pleitesía a la delación, que es parte de su liturgia. El fascismo pornográfico hace de la delación una virtud pública, promueve a los voluntarios de la delación y en el reino del imaginario, los eleva hasta el panteón de estrellas porno.
Goza del sufrimiento ajeno, es perverso, es pajero, es espectador pero no actor, no se ensucia, es pusilánime.
Se limpia la simiente derramada, que nunca da frutos, y mira para otro lado, "yo no fui".
Y cuando no puede, elimina, encierra, castiga.
Goza porque es obsceno, y le gusta exhibir su triunfo, como el macho que la tiene corta y finita, y es impotente, entonces se toma la pastilla, se casa con el opresor, se cree que en vez de un empleado o una herramienta al servicio de éste es alguien por una vez, que la tiene grande , e impunemente declarar: te echo por tus ideas, te echo porque puedo.
Pero en verdad no puede.
Puede que te la haga pasar mal, que te haga pasar hambre, miedo, frío.
Pero igual no se le para.
Porque sigue siendo payaso.
L. Von Trier, Anticristo, 2009.
Impotente.
Su poder es delegación del amo, nada tiene, todo lo toma por la fuerza, no le pertenece, no es.
Imposta, miente, sube imágenes a facebook y otras redes en los que construye una fachada, una apariencia, un alarde que es solo una pieza más en la trama del reino del imaginario: un interminable anonimato de sonrisas y consumos como remedos de vidas felices. Fotos de felicidades compradas pagando un costo alto, porque siempre se paga tarde o temprano, y no siempre con billetes. Cuerpos desalmados, en paraísos donde nadie es inocente.
Y aun así, el dueño del circo se sirve del payaso y luego los deshecha, como al final de la película Novecento de Bertolucci (con perdón de María Schneider, abusada por este maldito y genial director).
Como dice NE, somos las mujeres que Lars Von Trier retrata, somos las antorchas ardientes mil veces quemadas en hogueras encendidas por machos muertos de miedo.
Ginzburg, Natalia, Léxico familiar, Barcelona,
Penguim Random House, 2016.
Miedo quizá a esa potencia atávica que habita en nuestros úteros, que no son los de carne, sangre y nervios sino las metáforas. No esos órganos que la medicina patriarcal nos arranca, o nos hiere, para hacernos sentir menos, humillarnos, en nombre de la salud. No esas matrices sin las cuales, o  que sin sus frutos, nos quieren hacer creer que no somos nada. No señores, no amos, no patrones, no fachoceócratas. No somos las histéricas, brutos quemadores de brujas.
Somos.
Punto.
Hemos llegado a ser quienes somos.
la flecha de Apolo cruzó el océano de Poseidón, libró batallas y fertilizó esta tierra antigua donde reinan Dionisio y las mujeres.
Acá estamos.
Violadas, quemadas, humilladas.
De pie.
Marchamos todas ayer, marchamos hoy, marcharemos mañana. Y el 24.
Marchamos con miedo, temblando de miedo, pero la frente bien alta.
Y que conste que ese plural femenino incluye a todos los varones que acompañan nuestra lucha y se revelan contra el facho porno.
Esos son nuestros compañeros, amantes, amados, padres, hijos, esposos, amigos, alumnos, profesores, representantes políticos, sindicales, sociales.
Porque el fascismo crece lento, adentro, seduce y conquista los detalles, pero la esperanza, aunque se equivoque, también.


Notas:
[1] 

ver más sobre las fasces romanas: http://imperioromanodexaviervalderas.blogspot.com.ar/2015/05/que-eran-las-fasces.html
[2] Como el caso de Sonia Caudet, docente que por haber explicado su adhesión al paro docente del 6 y 7 de marzo en un pograma de telvisión, fue expuesta y difamada por gobernadora Vidal y las redes. Cfr. en http://www.enorsai.com.ar/politica/21174-filtran-el-video-de-una-docente-que-encaro-a-vidal-en-plena-reunion-y-la-desmintio-en-la-cara.html
[3]Cfr. Forn, Juan "El día que me quiera", 8 de marzo 2013, recuperado en https://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-215311-2013-03-08.html
[4] Rogovsky, Cintia, para Equipo Especialización (2016). Modulo Pensamiento Pedagógico latinoamericano. Clase 2. El campo pedagógico y su objeto (educación). Especialización en Enseñanza de Escritura y Literatura para la escuela secundaria. Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. "Adriana Puiggrós sostiene que la educación latinoamericana nace desde una concepción de un vínculo desigual entre educador/educando -un vínculo que expresa una relación desigual de poder, dirá Paulo Freire-que configura una matriz que dejó profundas huellas en nosotros. Esto es consecuencia de aquella escena original del Requerimiento, ¿la recuerdan? El Requerimiento -llamado en realidad “Notificación y requerimiento que se ha dado de hacer a los moradores de las islas en tierra firme del mar océano que aún no están sujetos a Nuestro Señor-era un documento realizado por orden de Fernando II de Aragón, para responder al debate surgido debido a los sermones del dominico fray Antonio de Montesinos que defendía la idea de que los indios debían aceptar de formal y libremente la dominación española. En posición humillante, con la mirada baja frente al español, se les leía este requerimiento en una lengua que la mayoría no comprendía y por medio de la cual recibían el mandato de reconocer la autoridad europea como súbditos libres, y aceptar el cristianismo. Toda negativa o toda tardanza en aceptar estas demandas entrañaba la guerra inmediata (Guerra justa), haciéndoles reos de muerte o de esclavización como rebeldes. De este modo se instala la idea de que en América hay dos clases de sujetos, uno superior, el conquistador blanco, y uno inferior, que no puede levantar la mirada, el indio (Puiggrós, 2003: 22)".

viernes, 27 de enero de 2017

De los nacimientos de semillas de Auschwitz

Un 27 de enero de 1945 el Ejército Rojo, después de la heroica defensa de Stalingrado y de derrotar al enemigo fascista, liberó a los pocos sobrevivientes que quedaban en Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de exterminio del aparato de genocidio nazi.


¿Por qué nos atraviesa tanto lo que alguno de sus propiciadores principales dieron en llamar "la grieta"? ¿Por qué al punto de separar familias, amigos, conocidos, de modos bastante irreconcilliables?
Se me ocurre que en cierta forma lo que allí acontece (en ese abismo que se abre bajo nuestros pies) al constatar en el otro cierta ideología, cierta forma de pensar el mundo y los vínculos sociales, políticos, amorosos, económicos, tan extraña a la nuestra?
Ya no se trata de discutir con cortesía, o incluso con apasionada vehemencia, cuestiones de las polis. Se trata de un enfrentamiento profundo entre dos modos excluyentes de entender la vida en sociedad. Uno, que se posiciona en el individuo, alienado del mundo hecho por lxs otrxs, y también de la naturaleza en su face menos agradable, su inclemencia, su intensidad.
Por una lado están aquellos que se nos vuelven ajenos, porque han cruzado un límite que no soportamos. Y ese no soportar no es teórico ni exclusivamente racional, no lo soportamos en el cuerpo. No podemos soportar alguien que ya no solo justifique sino que goce de un orden social donde un par de adultos uniformados -que deberían estar ahí subordinados al poder civil para cuidarnos-, abusan y maltratan a un niño solo porque pueden, solo porque es el único modo en que cierta clase de resentidos logra sentirse bien, que es imponiéndose a otro por la fuerza?
Auschwitz no se construyó en un día.
¿Cómo se podría haber llegado a ese horror sin tantos permisos, habitaciones, contribuciones o indiferencias sociales previas?
Los especialistas hablan de la construcción del otro negativo.
El otro no humano.
El otro cucaracha, kuka.
Cualquiera que analice y estudie en serio, y no leyendo panfletos berretas,sino que lo haga desde la literatura, la música, el cine, las ciencias sociales, la pintura, por ejemplo, el periodo previo a Weimar, Weimar y los primeros años del nazismo o del fascismo, tiene que tener los pelos de punta al mirar nuestro país, y gran parte de la región.
Se ha querido instituir el significante populismo para decir algo que refiere a liderazgos típicos de lo que Laclau llamó en todo caso populismo de derecha.
Ya no sé si es eso.
Muerte y Vida, G. Klimt, 1908-1911
Esto es un liderazgo vernáculo que representa tal vez los nuevos modos de liderazgo globales, con elementos y prácticas del fascismo clásico: discilplinamiento social mediante el disciplinamiento económico y laboral; embrutecimiento de las personas, al obligarlas a concentrarse exclusivamente en la supervivencia; espionaje, represión, amedrentamiento, amenazas, censura de toda disidencia, pero con las herramientas de las TIC. No necesitan ejércitos de ocupación ni hacer campos, los ciudadanos hemos perdido en gran medida nuestra capacidad de organizarnos y de comunicarnos por fuera de las redes y de las herramientas del poder.
Lo dispositivos de comunicación educación avanzan sobre nuestra subjetividad, nos despertamos y en los celulares, los Big Brother Band nos dicen qué noticias leer, que temperatura hay, dónde están nuestros afectos, nos arman en dos minutos un cierto mundo mediatizado, a la vez que nos alejan(mos) del mundo que percibimos con nuestros sentidos de manera directa.
Y aunque veamos el dolor, el hambre, la angustia, en a calle, en el micro, en el subte, en los caminos, no empatizamos. Nos conmueve el dolor siempre que esté mediatizado por alguna pantalla.
Y las pantallas, tristemente, no tienen ni la sensibilidad ni la capacidad de los seres humanos de amar, aunque el amor sea na herramienta letal contra el sistema.
El amor en su expresión más extraordinaria, que es el amor al prójimo, es lo más subversivo que se conoce.
Entonces, es eso lo que nos separa.
La vida, como la sentimos y gozamos quienes experimentamos las delicias y los sufrimientos del amor al prójimo (por más que ese prójimo sea feo, tenga sarna, diría Jauretche; huela mal, se coma las eses), y de aquellos que solo pueden amarse a sí mismos.
Para amarse solo a uno mismo, es necesario experimentar una suerte de negación de la condición humana del otro, es necesario olvidar que es igual que nosotros, pero distinto. ¿Cómo matar, torturar, eliminar a otro si lo consideramos humano?

Auschwitz es el extremo, lo insoportable, pero la esencia del capitalismo consiste en eso, en explotar, matar, torturar a millones de seres humanos.
Eso es Auschwitz.
Y el neoliberalismo globalizado engendra cada día semillas de Auschwitz, hay pequeños brotes acá y allá. "El trabajo os hará libres", se leía a a entrada de los campos de exterminio. Pero no es "el trabajo" lo que nos hará libres, al menos, no el trabajo esclavo, no la explotación. Libres nos hará la justicia social, la igualdad.
Cada derrota de la justicia social, cada derrota en lograr sociedades más iguales y democráticas, es una semilla que puede crecer hacia el exterminio. Y cuando digo democráticas incluyo también la idea de democratizar un poco  la economía, repartir una tajadita al menos.
Esa gente que se llena la boca hablando de la Shoá, o de cualquier otro genocidio ocurrido u ocurriendo, lo mismo que los negacionistas, pero permanece indiferente ante las crecientes señales políticas de prácticas fascistas (Milagro Sala es, si se quiere, el emblema, pero hubo los balazos sobre los niños murgueros, sobre muchos trabajadores, muertes, ataques a comunidades mapuches), es decir, cuando el aparato del Estado y las fuerzas de seguridad de manera directa, o bien propiciando y alentándola cuando surge en la sociedad, imponiendo el poder de los ricos, los fuertes, una minoría, por sobre los más débiles: los niños, las mujeres, las comunidades originarias, los viejos, los enfermos, los migrantes pobres....
¿Esa gente, dónde encontrará paz, dónde encontrará un camino de regreso a las prácticas humanizantes si persiste en su complicidad?
Hagan lo que hagan, la vida prevalece.





miércoles, 6 de julio de 2016

Eutanasia y pseudo-neurociencia para los condenados de la tierra

Hablando de eufemismos......sabemos que la disputa por la construcción de hegemonía se batalla en el orden discursivo, y que las prácticas también son discurso significante. Sabemos -gracias al arte y la literatura, creo yo, incluso antes que las ciencias de la comunicación, el psicoanálisis y el análisis del discurso- que es en ese orden donde se crean categorías que cristalizan, nos modelan, nos hacen pensar el mundo de determinadas maneras, con determinados habitus.

Te van metiendo el lenguaje de las pseudo religiones capitalistas posmodernas: degradaciones de la neurociencia, degradaciones de prácticas de sabiduría ancestrales, mercantilizadas y resignificadas por el new age en un perpetuo "como si" fueran lo mismo. No, no es lo mismo la práctica del yoga inscrita en una cultura, con una determinada cosmovisión que la mercantilización del "arte de vivir", vulgar, obsceno. No es lo mismo un cambio de paradigma en la forma de pensar cómo se construye y se transmite el saber y el conocimiento, la educación, el vínculo entre sujetos, ciencias, cuerpos, Estado, comunidad, familias, educadores que "capital mental", o estar colonizados pro el discurso del capital, en cuerpo y mente... los discursos hegemónicos crea sentidos políticos.
Se amparan en categorías que son polisémicas, significantes complejos y descontextualizados, para hacer aparecer viejas disputas como nuevas: inmersos aún en el paradigma cartesiasno, incluso resisten los saberes de la poética aristotélica -¡y se creen modernos!-, también del mundo que inaugura Montaigne -¡y se dicen "nuevos"!-; ignoran casi todas las discusiones que las ciencias y otras formas de saber como el arte, la religión han debatido en los últimos cien años...¡Y se autodenominan modernos, al repetir con uno o dos siglos de retraso ideas que la propia modernidad ya discutió consigo misma, con el pasado -que ésta creó- y con el futuro que imaginó. 
Debajo del discurso de la neurociencia degradado, emergen las ideas de pedagogías de comienzos del siglo XX....y las venden como venden todo, como vendieron a su candidato, como venden a Milo Lockett, ocultando engañosamente no ya su construcción por fragmentos  -como artefactos olvidados en casas de remate donde quedaron las malas copias de buenos originales olvidados- sino sus mentiras y engaños.
Milo Lockett no cita, no hace homenaje, sino que le roba a J.M Basquiat, pero la mayoría de los "consumidores", el "público" compra ese velo porque no sabe la podredumbre que hay abajo.
Compra neurociencia como espejitos de colores, como magia, con ese goce por la "novedad" tan antiguo, siglo XIX...Si hubiéramos leído más a Balzac, al menos a Paul Auster, tal vez a P. Dick, a Orwell, a Bioy , a Borges, a Huidobro, a Marechal, a Poe -mirá que soy amplia- estos plagiadores seriales del corte y pegue nos engañarían menos.
Vuelven los electroshock para disciplinar a los enfermos mentales....
Vuelven los positivistas a escarbar las neuronas para encontrar los genes desmotivados y el gen de la felicidad.
Vuelve Hitler, y su maravilloso programa "vida digna", su Ley de Prevención de Enfermedades Hereditarias", su  "Ley para proteger la salud genética del pueblo alemán"...Al igual que lo que sucede ahora, su masivo programa de exterminio por eutanasia fue precedido por la construcción discursiva del enfermo crónico, el discapacitado, como un parásito, como una carga, como un problema social, un subsidiado, alguien que se enferma para cobrar el subsidio, una carga para el Estado y para la familia....como esas que se embarazan para cobrar la AUH, como esas indias que se gastan nuestros impuestos en piletas y escuelas para los indios, como las nuestras..... ¡Basta de esas pedagogías de la compasión, de tanta universidad para esos vagos!
El costo de alimentar a un enfermo crónico con patología hereditaria.
Construyendo hegemonía para que "la gente" apoye la eutanasia masiva,
 Alemania años 30.
Su masivo plan de eutanasia con el cual experimentó con antelación la "solución final" , -otro hermoso eufemismo, ¿verdad?, para mí que HL lo debe envidiar-, hay que decirlo,  contó con la tolerancia -y apoyo en menor medida- de gran parte de la sociedad alemana que miró para el costado, y de gran parte de la sociedad europea en general, porque ¿acaso debe el Estado gastar en el cuidado de esos individuos que no aportan, no producen, no tiene méritos? Y acaso, ¿no les hacían un bien a las familias deshaciéndose de ellos? ¿Te suena? Eso "sinceró" el problema de qué hacer con los discapacitados, los enfermos terminales y los enfermos mentales. Son los mismos que rechazan hoy a los inmigrantes, a toda alteridad que ponga en cuestión el orden y el statu quo del poder.....son los negros de mierda, los musulmanes, los condenados de la tierra
Y todos los lugares comunes de la ciencia y la pedagogía ("estimular"; "motivar", ayudar a pensar", pero sin el cómo, quiénes, cuándo, dónde), retornan. Sin una sola interpelación disruptiva al orden del caos pulsional, que pueda intervenir en esta conversación entre lobotomizadores.
¿Dónde quedarán aquellas funciones básicas de tomarnos tiempos para pensar, organizados, ritualizados, en las escuelas, en otros espacios, donde no compremos todo lo que se nos vende sin detenernos al menos unos instantes a intentar comprender algo?
Esas medidas educativas tomadas de urgencia, esas traslaciones del paradigma médico al pedagógico no conducen a un mundo cada vez más orwelliano?, se pregunta por ejemplo Philippe Meirieu (2016)-
¿O no nos ha hecho ya bastante daño el modelo fármaco-médico en la educación?
¿Están dormidos los maestros y las maestras de la patria, como para dejarse engañar una vez más por estos vendedores de humo caro y tóxico?

viernes, 13 de mayo de 2016

Los combates que más importan

Podrán festejar la caída de una Presidenta votada por 54 millones de personas a manos de unos Brutos conspiradores, matadores a traición, con discursos catonistas y vidas de corrupción y grandes latrocinios.
Podrán imputar a una Presidenta traficantes de datos de la AFIP, moralistas cómplices de los Cresos ajustadores demasiado pusilánimes como para asumir la responsabilidad. Podrán inundar las tapas de los diarios y esconder las marchas multitdinarias de obreros, de estudiantes, de trabajadores de todos los sectores.
Podrán insistir con todos los trucos del discurso publicitario: la mentira, la repetición, la falsa empatía, sus eficaces recursos para generar "entusiasmo" y vender sus espejitos de colores ya empiezan  cansar, porque aunque hayan logrado que a casi todos nos guste la comida basura, sino podemos pagarla la cosa se pone fea, sucia y mala.
Podrán esconder que en el mundo nos insertamos, cierto, y también nos ensartaron, millones de deudas y como un país que resignó su bienestar para entregarlo al gobierno de unos empresarios evasores y fugadores de divisas, mega corruptos, sostenidos por un remanente del conservadurismo radical y unos moralistas laicos que trafican con espías en nombre del....¿progresismo o procesismo?
Aún así, con todo el dolor que están causando, la violenta promoción del odio y la injusticia, eso no impedirá que el pueblo se defienda.Como diría el poeta perseguido y proscrito, Leopoldo Marechal, en su Megafón
"- Los combates que más importan -me dijo Megafón- nunca salen a la luz del mundo, ya que permanecen en el subsuelo de la Historia".
Casas en Alto, 1922, acuarela sobre papel,
Museo Xul Solar, 
Buenos Aires

domingo, 27 de diciembre de 2015

"Pefiero los milagros a los bacilos"

 "Si hay que creer en algo que no se ve, prefiero los milagros a los bacilos". (K. Krauss)



Hace 77 años Orson Wells demostró hasta qué punto los medios pueden construir "realidades", apelando a la imaginación del público. Cientos de teorías de la comunicación, intelectuales e investigadores lo han explicado y se han hecho preguntas y elaborado hipótesis al respecto, desde el campo del lenguaje, de la comiencen, la educación, el psicoanálisis, la política, los estudios culturales, el análisis del discurso. Aún así, es asombroso cómo seguimos dejándonos engañar por las manipulaciones mediáticas que han hecho posibles, por caso, que el país más violento del planeta invadiera Iraq con la excusa de que había armas químicas, que jamás fuero encontradas, y el mundo no sólo lo toleró, sino que no pidió explicaciones.

Según el Ministerio de Salud iraquí, esa invasión causó 151,000 muertes violentas de 400,000 muertes debido a la guerra;otras fuentes mencionan: 601,027 muertes violentas de 654,965 (a junio de 2006, Encuesta Lancet; y 1,033,000 muertes violentas como consecuencia del conflicto (agosto 2007, Opinion Research Business.*
Una explicación básica, es que todos/as en alguna medida tenemos (por nuestras matrices culturales y habitus), explicaciones previas de cómo comprendemos el mundo, verdad de Perogrullo que a veces conviene repetir. y aunque hay quienes, ingenuamente, se sostienen en un discurso que pretende ser racional, nuestra interpretación de lo que nos rodea es condicionada por los sentimientos, los sentidos, el modo en que se estructura nuestra psiquis.
Mirar, ver, pensar, son acciones siempre cargadas de subjetividad.
Negamos lo que nos causa dolor.
Ayer recodábamos en una charla familiar cómo hay quienes todavía, en Argentina, sostienen que los desaparecidos están vivos y paseando por Europa, y no hay cuerpos, evidencias, ciencia, leyes, que los hagan cambiar de opinión.
Son creencias arraigadas y profundas.
A veces, montado en un discurso positivismo y racionalista, hay quienes se burlan de la credulidad o ingenuidad de las religiones, y sin embargo creen en el capitalismo y el discurso mediático con un fanatismo que supera al de muchos fanáticos de (otras) religiones.Es por eso que muchos publicistas han utilizado para crear a sus candidatos políticos como productos de consumo, porque saben que muchas personas no se sienten ciudadanos, sin consumidores y desean comprar ilusiones.





Un proyecto político o candidato realista, es alguien imperfecto, que siempre satisface parcialmente, y que en algunos aspectos va a defraudarnos, porque es humano, porque los dispositivos del poder y la política implican el conflicto de intereses. y porque una identidad política colectiva implica articular demandas muy diversas, de modo que siempre habrá satisfacciones limitadas. Y no nos devolverán el dinero, como si fuese una licuadora fallada, somos responsables de lo que elegimos, desde ya. ¡Herida narcisista para quienes desean permanecer en una eterna adolescencia y encontrar el ideal! Yo yo yo yo, a mí, a mí, no me gusta cómo habla, no me gusta el pelo, no me gusta..¿Y es que acaso eso importa?
Lo explicaron los griegos, toda la tradición filosófica occidental, los chinos, Shackespeare, Kant, Spinoza, Marx, Freud, el arte en general y aun así, hay quien se resiste a admitirlo. Aunque el mundo viva en guerra y los seres humanos nos la pasemos destruyéndonos entre nosotros...
Nos venden candidatos como nos venden productos bancarios: nos prometen con eslóganes mundos armoniosos, felices, alegres. Ninguna experiencia humana individual o colectiva puede alojarse en esos mundos de fantasía....Lo sabemos, pero compramos. La pastilla para adelgazar mágica, el candidato que resolverá todo en paz y armonía...¿Cómo todo? Si sabemos que para que unos sean felices, supongamos, y tengan mejores salarios, otros deberían renunciar a ganar tanto? ¿Cómo todos, si hay una parte de la sociedad que cree que los responsables civiles de la dictadura deberían ser juzgados y otros que los consideran empresarios o funcionarios respetables y necesarios? ¿Cómo todos, si hay quienes creen que los procesos de selección y concursos de los jueces deberían ser públicos y con participación popular, y quienes consideran que hay que sostener un statu quo de origen decimonónico? ¿Cómo todos, si hay quienes creen que la retirada del Estado de ciertas funciones permite que el mercado en toda su avidez avance sobre los derechos ciudadanos? ¿Cómo todos, si algunos creemos que está muy mal que un Presidente- sea cual sea su signo político- no tome medidas inmediatas desde el Estado para asistir y hacerse presente cuando hay una catástrofe (climática, accidental, etcétera), y sostener políticas de inclusión y desarrollo financiadas con los impuestos de los más ricos?...En lugar de estas discusiones políticas, los debates se reducen a acusaciones y agresiones, a ironías y cinismos, a apelaciones a lo más ruin que hay en cada uno de nosotros. Es parte de la lógica de la sociedad del espectáculo ver quién le "gana" a quien una disputa en las redes sociales, exhibiciones narcisistas que no parecen contribuir a conrtsuir ideas...O tal vez sí, no lo sé.
Hay discursos hegemónicos muy eficaces, como el de la publicidad, que apelan a estos sentimientos y mecanismos empáticos. Vaya novedad.
Es como la gente que cree en la superioridad de ciertas razas. Están tan convencidos de eso que es imposible que alojen una duda, un argumento contrario. O que creen que la genética determina el destino de un sujeto. Uno creería que esos paradigmas ya habían superados, que es un pensamiento realmente racista, nazi, pero no. Lo creen. Como quienes están convencidos de la justicia de la pena de muerte. Su matriz cultural es tan dogmática, fanática, podemos decir, que no habrá argumento ni sentimiento que atraviese esa certeza.
La gente así de dogmática con frecuencia le atribuye el dogmatismo/fanatismo (que se hace equivalente en algunos discursos al "populismo" y otros "ismos", mezclando Biblias y calefones en un revuelto confuso) al otro, al discurso del otro.
El pensamiento crítico supone permitirse dudar, no quedarse con una versión de los hechos, poner en sospecha las propias certezas. Es arduo, trabajoso, puede implicar dolor y desilusiones.
Hay quien prefiere seguir ilusionado.
Gente buena, decente, bien intencionada, pero que no está dispuesta afrontar la pavorosa caída del velo.






La muerte de Ofelia, de John Everett Millais, 1852


La desilusión implicaría la emergencia de nuevas interpretaciones muy dolorosas. Porque, como escribía Nietszche:
"El conocimiento mata la acción, es preciso para ésta el espejismo de la ilusión: esto es lo que nos enseña
Hamlet ciertamente no es ésta la sabiduría de Hans el Soñador, que, por exceso de reflexión y como por un exceso de posibilidades, no puede ya obrar; no es la reflexión, no: es el verdadero conocimiento, la visión de la horrible verdad. Bajo la influencia de la verdad contemplada, el hombre no percibe ya por todas partes más que lo horrible y absurdo de la existencia [...] Y en este peligro inminente de la voluntad, el arte avanza entonces como un dios salvador que trae el bálsamo saludable: él solo tiene el poder de trasmutar ese hastío de lo que hay de horrible y absurdo en la existencia, en imágenes que ayudan a soportar la vida. Estas imágenes son lo sublime, en el que el arte doma y sojuzga a lo horrible y lo cómico, con el que el arte nos libra de la repulsión de lo absurdo."**



* Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Irak
** Nietzsche, F, El origen de la tragedia, Espasa Calpe, Madrid, 2007, págs. 81-82.

martes, 1 de diciembre de 2015

Quién es el amo (Serie "Izarnos sobre las puntas de los pies" )


“—Cuando yo uso una palabra —dijo (Humpty Dumpty) en un tono bastante desdeñoso— significa lo que yo decido que signifique, ni más ni menos.
—La cuestión es —dijo Alicia— si usted puede hacer que las palabras signifiquen cosas tan diferentes
—La cuestión es —dijo Humpty Dumpty— saber quién es el amo, eso es todo”
(Lewis Carrol, Alicia a través del espejo)


1. Oh, mundo feliz
El hartazgo es agotador y se puede salir de él con una droga, un soma que calma angustia y propone un fantástico plan de evasión. El soma es propio del mundo feliz prometido, y el mundo feliz que inspiró a Huxley nos viene de Shackespeare:

¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad! Oh mundo feliz,
en el que vive gente así.
(W. Shackespeare, La tempestad, Acto V, discurso de Miranda) 

Incluso, ante la evidencia de que los peores anuncios de esa supuesta campaña del miedo, representados en nombres de personas que son emblemas de injusticia social, represión, hambreo al pueblo, se han cumplido. En lugar de buscar, al menos, nombres nuevos para viejas políticas de ajuste, Cambiemos no cambia más y trae el pasado, en bloque, al presente de su gobierno. ¿Por qué haría algo tan contrario a lo prometido? Yo diría que porque puede.

2. Sí, podemos
Sí podemos, clama. Y la realidad demuestra que la premisa es correcta, al menos en este momento. Habrá que ver si es cierto, porque a mi me parece una maniobra arriesgada para quien no cuenta con una mayoría sólida, ni una base de legitimación popular estable.
 Al parecer, a los electores de esta mitad no les preocupa. ¿Pero es realmente como si dijeran "cambiar por cambiar", como en un video que circuló en las redes, aunque implique tomar soda cáustica y morir? No lo creo, al menos, no para la mayoría. Lo que me parece que ocurre es que su construcción(es) de sentido(s)  es(son) otra(s).




3. Modernicémonos, pero no tanto: The Winner Takes It All

Por eso, por ejemplo, el anuncio de Avelluto y Bullrich, anticipando que se eliminirá cualquier visión revisionista de la historia en los diseños curriculares,  que nos advierten sin eufemismos que habrá censura y que van a utilizar el aparato del Estado para tratar de imponer un discurso único, no les resulta inquietante a los votantes de Cambiemos. Es decir, ni los más acérrimos ultra k se hubieran atrevido a anunciar que toda una corriente histórica, propia de los  siglos XX y XXI, que toda una visión crítica, iba a ser eliminada como propuesta pedagógica. Algo tan temerario hubiera traído una reacción de repudio fenomenal.  Pero hoy, al menos por un momento,The Winner Takes It All.
Nosotros hemos hartado con la confrontación, el debate ideológico, el antagonismo. Ellos son más prácticos, han sabido leer ese hartazgo y directamente, expulsan cualquier divergencia: "la cuestión es saber quién es el amo."
Al hablar de "deskirchnerizar" -como están haciendo varios medios  y referentes de Cambiemos, los más fundamentalistas-es hacer una equivalencia ímplicita con desnazificiar y desestalinizar, cuando en verdad la operación es la contraria. ¿Acaso no se trata de eliminar toda huella, toda presencia, aroma, eco de un pensamiento alternativo (al de ellos), que por cierto, incluso después de 12 años de supuesta "dictadura K", no logró ser hegemónico, como lo demuestra el hecho de que el 51 % haya elegido otra cosa?
Justamente porque ha podido escuchar otros discursos siempre. 
Para querer parecer una alternativa política modernizantes, su comportamiento sugiere ideas y propuestas más bien antiguas. ¿Un posmodernismo que ya ha sido abandonado en casi todo el mundo, que le teme al uso de categorías marxistas para pensar los procesos? ¿Ideas de fin de la historia que estuvieron de moda hace 30 años y ya, creo yo, no permiten pensar muy poco al mundo y en el mundo contemporáneo?
Es interesante de todos modos que se proponga un espacio de modernización, si es que se trata de la visión humanista, democrática y pluralista del proyecto moderno incompleto aún, que incluiría además un capitalismo mucho más moderado y con mucha mayor presencia e intervención del Estado. 
Parecen bastante antiguas estas propuestas, anteriores incluso a la Reforma Universitaria (1918) que ya prevía la libertad de cátedra, para facilitar la circulación en la formación universitaria de diversidad de discursos.
Evidentemente estas lógicas no son las del votante de Cambiemos.
Nos hemos equivocado al pedirles que apliquen a su sistema de creencias nuestra lógica. 


*Por eso el anuncio de los futuros ministros de cultura y educación, Avelluto y Bullrich, anticipando que se eliminirá cualquier visión revisionista de la historia en los diseños curriculares, clausura la posibilidad de debatir y enriquecer las visiones de la historia. ¿Nos advierten de este modo que planean a utilizar el aparato del Estado para tratar de imponer un discurso único? -casualmente, aquello de lo que se acusaba al kirchnerismo. El revisionismo histórico permite revisar no sólo la complejidad de alguien tan fundamental como Sarmiento, en sus luces  y sombras, sino que aporta diversidad de interpretaciones a las lecturas de nuestra configuración como Nación. "Deskirchnerizar" es hacer una equivalencia ímplicita con desnazificiar y desestalinizar, cuando en verdad la operación es la contraria. Para ser modernos, creo yo, hay que propiciar y habilitar diversas visiones. Esto suena, al contrario, bastante antiguo, anterior incluso a la Reforma universitaria que ya prevía la libertad de cátedra, para facilitar la circulación en la formación universitaria de diversidad de discursos.