"No les basta con tener varias fábricas y miles de seres humanos empleados,
este hijo de puta tiene también a Dios. Como si el mismo Cielo fuera otra de sus propiedades" (J.C.Oates, 2008: 428)
¿Qué proyecto político pedagógico promueven quienes están re-construyendo un país agro-exportador (una vez más), hegemonizado por el mercado? Es fácil imaginar que ese modelo supone una mayoría de trabajadores poco calificados y "baratos", hijos del miedo al despido; pequeñas elites con los "méritos" -en este caso, ser herederos de grandes fortunas,por lo general malhabidas, y crecidas mediante delitos económicos internacionales, fuga de divisas y evasión impositiva, llamada en casi todo el mundo corrupción, menos acá, que sólo es corrupción si puede implicar al gobierno anterior.
¿Qué se descubre al analizar el uso de un léxico comercial y publicitario que tanto han ayudado a instalar los expertos en marketing y publicidad? Lo más obvio: no es que han habido algunas mentiras, ¡la estructura del género discursivo de la publicidad se funda en mentiras! Justamente porque la publicidad consiste básicamente en eso, como todos sabemos. Convencer a alguien de que necesita algo que en verdad no necesita para ser algo que es imposible de comprar-el ser es una construcción, es el resultado de múltiples procesos de subjetivación, etc.- por ejemplo: ser más feliz, porque se es mejor madre, padre, más lindo/a, más delgado, más viril, más orgásmica, gozar más, trabajar menos, en fin. Ser más "feliz", comprando cajitas felices para familias felices. O, según sostiene una de las filósofas más leídas por el macrismo, Ayn Rand, ser más feliz realizando nuestros valores egoístas, en lugar de toda esa estupidez altruista del sacrificio personal por bienes superiores.
Mad men básico.
Escuchemos sus discursos, lo que dice, cómo lo dicen, dónde lo dicen, de que medios se sirven para hacerlo, porque como si se tratara de un Fanon invertido, ellos "cambian de piel" pero siguen siendo los mismos lobos de los otros hombres, y mujeres.*
2- Show me the money, show me the "calidad"
¿Qué hubiera ocurrido si todos estos empresarios argentinos, en lugar de evadir impuestos y fugar capitales a paraísos of shore, hubieran tenido algún apego a la ley, a las instituciones republicanas y al orden constitucional? ¿Cuántas escuelas, rutas, hospitales, salarios se podían financiar? ¿Qué hay de esta pesada herencia de los millones evadidos, de los millones de deuda privada luego estatizada?
Podemos hacer unas cuantas suposiciones e incluso, cálculos más serios. Y eso nos lleva a otras preguntas, en clave pedagógica:
¿Creen que vigilando y castigando, aplazando y estigmatizando trabajan para mejorar la "calidad" educativa, aunque nadie con responsabilidades públicas explica bien en qué consiste esa "calidad".
Recurren a montajes televisivos tradicionales: panelistas en programas del genero griterío bizarro con inclusión de fantoches -cuyos prestigios académicos generalmente se vinculan con:
a) ser hijxs/esposxs/hermanxs de....;
b) carreras subsidiadas por agrupaciones políticas con prácticas muy poco democráticas y transparentes, nunca revisadas ni visiblizadas porque no pertenecen al espacio del "hecho maldito" del país burgués;
c) combinación de ambos.
Los fantoches, que en algunos casos se creen sus propios bolazos, usan argumentos de supuestos saberes estadísticos y económicos antiguos, vacuos, numeritos con los que juegan a hacer ficciones con el dominio eficaz del formato/género autoayuda.
¿Qué es calidad? Ensayemos una posible definición: igualar las oportunidades de ingreso, permanencia y egreso para que todos los niños y niñas, adolescentes, jóvenes y adultos puedan educarse y construir proyectos de vida con relación a sus deseo, al ejercicio pleno de sus derechos en tanto ciudadanos. Esto supone entre otras cosas la dimensión política, el derecho a ser soberanos de sus cuerpos y no estar alienados por la razón consumista que imponen los opresores (y generan las condiciones para disciplinar los cuerpos mediante la violencia física o simbólica, la droga, las violaciones, las discriminaciones, las negaciones e invisibilizaciones, etc.); al bienestar común, a participar y crear proyectos de trabajo que (los/las) impliquen, en la producción y la generación de riqueza, respetando al ambiente y limitando la explotación de la naturaleza y desde ya, limitando la explotación de otros.
Si aceptamos que la praxis es discurso significante, y que transmite ideología y tiene consecuencias en la acción política, ¿qué ideas pedagógicas de generación de riqueza transmiten aquellos que viven, como parásitos, del trabajo ajeno, de la explotación del otro, del abuso de los niños/as como medio de enriquecimiento?
¿Pero y eso es un verso?
Sí.
Pero si al verso/relato le agregamos inversión del 6% del PIB en educación, construcción de cerca de 3000 escuelas, ; aumento de salarios docentes; Conectar Igualdad; Programa Nacional de Formación Permanente "Nuestra Escuela"; AUH, FinEs; crecimiento del empleo formal e informal; jubilaciones para millones que estaban desclasados, entonces, eso es el camino de la construcción de la igualdad. Es decir: un Estado que genera las condiciones para que las familias puedan, en primer lugar, enviar a sus hijos a la escuela, y los niños/niñas adolescentes y jóvenes dispongan de los libros, materiales, computadoras y recursos para poder estudiar, aprender y mejorar sus aprendizajes.
Lo otro es un relato marketinero, pero no sustentable.
Párense en la fila del colectivo o del tren en cualquier lugar del conurbano bonaerense, con la tarifa del transporte público estallado, o en el corazón de la capital de la Provincia de Buenos Aires, miren a esas mamás esperando 45 minutos el colectivo de noche, con frío, para viajar paradas con sus criaturas para ir a la escuela, pagando fortunas; vean a esos estudiantes a los que se les niega el cumplimiento de la #LeydelBoleto y explíquenles su idea de "calidad educativa". Escuchamos atentos/as.
Si le agregamos inversión en el sistema de educación superior terciario (donde se forman la mayoría de los maestros y profesores) y en las Universidades nacionales, si a estos docentes que hemos evaluado y diagnosticado que tienen(tenemos) problemas en su formación, en lugar de culparlos(nos) y rasgarnos las vestiduras porque tienen faltas de ortografía -como le ocurre a nuestro Presidente y a la Vice- hacemos del significante "calidad" acciones de políticas públicas de formación, bueno, ya podemos empezar a discutir sobre una base un poco más fundada en praxis.
Cuando escuchamos a estos enunciadores de recetas antiguas disfrazadas con adornos TIC y léxicos de redes sociales, sus #discursosgadget, tan eficaces, ¿no dan ganas de preguntarles, ya que la tienen tan clara, qué bienes materiales o simbólicos han creado? ¿Qué partitura escribieron, que medicamento desarrollaron, qué cuidados prodigaron a un enfermo, qué letrinas limpiaron, cuántos cordones umbilicales cortaron, cuánto hambre pasaron, cuántos micros, subtes, trenes, o caminatas hicieron y cuántas horas le robaron durante toda su vida al sueño para ir a trabajar, para quizá así financiar algún estudio; cuántos muebles fabricaron, qué cultivaron para alimentar a otros, a quiénes hicieron reír, cuánta belleza aportaron a su entorno, qué enseñaron de valioso a otros seres humanos? ¿Dónde esta su obra? ¿Es su obra administrar el poder y la riqueza personales heredadas, mediante la especulación financiera?
3. Pedagogías de la inclusión y de los futuros posibles
Recordemos al pedagogo Simón Rodríguez, que no pensaba la escuela como una preparación "para" -otro tiempo, el futuro, la adultez- sino que por el contrario, concebía la unidad entre sujeto cultural, educativo y político. Por eso concebía la escuela como un ámbito que tenía que estar abierto a la comunidad y la sociedad, pues estaba convencido de que la experiencia social y política es en el presente.¿Y a quienes había que educar? A todos, y sobre todo, a los pobres, los indios y los negros.
¿Habría aprendido quizá que no hay una sola concepción del tiempo, del devenir, que para algunos pueblos es algo cíclico y no esta angustiante conciencia de finitud occidental?El co-aprendizaje, la pedagogía de la pregunta, enseñar divirtiendo, que eran algunos de los postulados de Rodríguez, que luego retoman y resignifican otros pedagogos latinoamericanos, como Freire, como Taborda, ¿qué clase de sujetos y de organización social suponen?
Formados en un pensamiento crítico, que los reconzoca como diferentes, que reconozcan sus universos vocabulares, sus identidades culturales, sus modos distintos de hacer lazos, de amar, de hacer familias, escuelas, comunidades, pero iguales en derechos, ¿aceptarán sin luchar un orden social opresivo y de explotación?
Mejor cachetearlos, humillarlos y ofenderlos, negarles la democratización del goce desde pequeños, enseñarles que si son pobres y están privados no es porque están siendo empobrecidos y privados por otros, por otros que por ejemplo les quitan sus bienes y los fugan al no pagar impuestos.
Nadie es pobre. Algunos empobrecen a otros, se quedan con lo ajeno, se lo afanan y se lo reparten entre una minoría cuyo mérito es la habilidad para transgredir las leyes y los contratos sociales, para evadir impuestos y oprimir a los otros.
Es educación de calidad un Estado que cuide, que no se ocupe de encubrir o propiciar los negocios de los empresarios narcos y fiesteros que hacen caja a fuerza de que los pibes hagan paros, se asfixien en el humo o mueran convulsionando para que ellos, exultantes, obscenamente exhiban su éxito.
No es ser exitoso esto: es ser esclavista, delincuente y mafioso, ese es el modelo.
Una pedagogía de los derechos, de la inclusión, es algo muy diferente a tratar de modelar a los seres humanos, cual si fueran objetos, cuando son ricos, en "emprendedores", y sin son pobres, en asalariados baratos de las empresas de los amigos y de esos capitales que participan de este delicioso "clima de negocios" y alegría de la meritocracia.
Estás nominado niño tonto, repetidor, vago, ñoqui. Game over.
4. No estamos nominados y a vos no te duele pegarme
Y así, este sujeto deshabitado por el deseo de lo posible, convencido de la inevitabilidad del fracaso como destino personal, des-estimado, es fácilmente traspolable a la esfera del trabajo, en una industria que se vaya apagando, como lo que sobra, lo desechable, lo que no da el piné de los que queremos seguir siendo "pocos".
¿Qué podría ocurrir con estos niños y niñas, si se les enseña que su valor es su propia existencia, su modo de imaginar y de pensar el mundo, de decirlo o musicalizarlo o pintarlo, o escribirlo o convertirlo en un producto de uso?, ¿que son sujetos de derecho, que el Estado debe garantizarles el ejercicio, no ya como "únicos privilegiados", supongamos, sino como niños y niñas. Reconocidos. Amados, educados, respetados por quienes son, y no por quien el orden social del mercado dice que deben ser, para ingresar al goce del consumo, al goce del deber ser del capitalismo.
Que no tengan que volver a su casa a pasar hambre y frío, a la angustia de una familia con padres/madres desocupados, eso es educación de calidad, ¿o qué es?Es educación de calidad un Estado que cuide, que no se ocupe de encubrir o propiciar los negocios de los empresarios narcos y fiesteros que hacen caja a fuerza de que los pibes hagan paros, se asfixien en el humo o mueran convulsionando para que ellos, exultantes, obscenamente exhiban su éxito.
No es ser exitoso esto: es ser esclavista, delincuente y mafioso, ese es el modelo.
Una pedagogía de los derechos, de la inclusión, es algo muy diferente a tratar de modelar a los seres humanos, cual si fueran objetos, cuando son ricos, en "emprendedores", y sin son pobres, en asalariados baratos de las empresas de los amigos y de esos capitales que participan de este delicioso "clima de negocios" y alegría de la meritocracia.
Ya han tenido bastante eficacia con proyectos de educación/comunicación que afectan la construcción de subjetividades. Operan, mediante los discursos educativos contemporáneos masivos, que circulan por fuera del sistema escolar -la publicidad por medios como Internet, redes sociales, televisión, etcétera y ayudan a construir equivalencias e identificaciones de valores y deseos de pertenencia con los ideales políticos, el léxico, los modos y los hábitos de consumo de los opresores.
No conformes con ello, quieren instalar estos discursos y dispositivos de reproducción de los valores de la tecnocracia liberal en currículum y evaluación.
Estás nominado niño tonto, repetidor, vago, ñoqui. Game over.
4. No estamos nominados y a vos no te duele pegarme
Y así, este sujeto deshabitado por el deseo de lo posible, convencido de la inevitabilidad del fracaso como destino personal, des-estimado, es fácilmente traspolable a la esfera del trabajo, en una industria que se vaya apagando, como lo que sobra, lo desechable, lo que no da el piné de los que queremos seguir siendo "pocos".
Maestros alienados y jóvenes oprimidos.
¿Seremos capaces de revisar nuestros juicios? ¿De bajar el dedo acusador un instante, el dedo diagnosticador, el barómetro que se mueve en un universos de certezas creadas por nuestros privilegios? ¿Por qué seguir crucificando al crucificado, pateando al caído, abrumando al moribundo como ellos proponen, aunque se disculpan en un hacerlo "como si" sufrieran por eso, por ese mismo mal que causan, como el golpeador arrepentido que antes de asestar un golpe más dañino aclara: "a mi me duele más que a vos".
Mentira.
Pero la inmensa mayoría de los maestros y profesores de esta Patria, de un modo u otro, rechazamos estas crueldades, creemos en lo posible, no somos ingenuos pero tampoco somos fatalistas, porque el acto político de educar supone, de uno u otro modo, una posición ontológica esperanzada. Y allí, en esa posición, radica nuestra fuerza.
* con relación a la cita: "Pero si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir.[...] por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo."(F. Fanon, Los condenados de la tierra)
1 comentario:
Gracias a Artemio encontré este blog. Fan desde ya.
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