de la noche de la caminata desde la vieja estación hasta Tolosa
las sandalias gastadas y el alma iluminada
del deseo que ardía en tu noche mirada y todo eso
pero las palabras insisten en apartarse
como si se ordenaran sólo en consignas y urdieran rituales
como si a este mar de sangre lágrimas y bla bla bla bla
no se lo pudieran escribir con palabras.
Punto.
[como si detrás de algún espejo mágico o de esos ojos de la piba en los que fulguran tus ojos me dijeras
pero che, pero cómo, pero otra vez,
y entonces, ¿a dónde iremos?]
Carlos Alonso, aguafuerte para Bajo la lluvia ajena, de Juan Gelman, Libros del Zorro Rojo, Madrid, 2009. |
1 comentario:
Gracias, qué bonita edición.
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