Estuve leyendo Acerca de Roderer, (Booket, Bs. As, 3ra. edic., 2012) una novelita de Guillermo Martínez. y digo novelita porque es breve, sin ninguna connotación negativa. ¡Qué bien escribe este muchacho!, me digo, al avanzar en la lectura que va creando un clima algo fantástico, como el que homenajea, mediante la invención de un libro, a Thomas Mann, y a toda esa tradición de la literatura fantástica, tanto del romaticismo alemán como muy intensa en la literatura argentina.
Un argumento sencillo, un tema clásico: el duelo, la competitividad masculina (aunque, en apariencia, sólo uno de los rivales compite) entre dos adolescentes dotados de una gran curiosidad intelectual e inteligencia. La antigua idea literaria, presente en toda la tradición filosófica y teológica, de que la búsqueda del conocimiento, del saber, la voluntad de develar los misterios, la obsesión humana por hayar respuestas mediante la razón, lleva a la locura o a la soberbia; al pacto con el Diablo, al abandono del mundo (la vida) y a la muerte.
Comienza este duelo entre Roderer y el narrador en el Club Olimpo del pueblo, en el ajedrez, y luego, en el reto que supone la creación de un nuevo sistema de pensamiento que desafíe a la lógica como la conocemos. También, como elemento del triángulo que une a estos rivales, interviene el amor de Cristina, hermana menor del narrador. Adolescentes en un pequeño pueblo costero en el sur (Puente Viejo), los años 80. El secundario, Malvinas, el profesor Rago, el opio y sus efectos.
Convaleciente como estoy, sobreviviente como me siento, me identifico serenamente con muchas de las citas y referencias del mundo de esta novelita:
- la partida de ajedrez en el club, remite por supuesto a mi padre y a mi hermano.
- la referencia, por medio de un escritor imaginario, al Doktor Faustus de Thomas Mann (impactante lectura de la adolescencia y la primera juventud de muchos de mis coetáneos).
- la presencia, la influencia, la seducción de Nietszche y su tesis acerca de [...] El camino de la sabiduría (Der Weg zur Weisheit) en que se describen tres etapas del conocimiento según Nietzsche, simbolizadas con la figura del camello (que debe cargar con todo el conocimiento previo y la tradición), el león, que debe luchar contra todo lo aprendido, y el niño, que ha olvidado todo y mira otra vez a las cosas con una mirada flamante." *
- las referencias a Lous Andreas Salomé, al Dostoievski de Los hermanos Karamazov, a Henry James en la Figura en el tapiz, a Balzac. Las asociaciones en las que en mí se agregan: Wilhelm Heinrich Wackenroder, Novalis, Hoffman y el propio Borges.
- Y si dejo a un lado las referencias a matemáticos y a esa disciplina, lo ya enumerado, la estructura narrativa prolija, cerrada, de una trama (casi) perfecta (y el casi remite a la idea de imperfección presente en toda creación, de la que habla George Steiner y algo insinúa Martínez), me crean la ilusión de un parentesco con el autor, apenas unos años mayor que yo, como si hubiéramos compartido biblioteca en esa edad en la cual, precisamente, casi todo deja una huella que retorna apenas se la evoca por medio de la palabra bien escrita.
*fuente: http://guillermo-martinez.net/index.php?tarea=fragmentos&idLibro=10&idCap=2
2 comentarios:
Y ahora vas a empezar " Hasta que te encuentre"! Y te aseguro que no vas a pensar, sólo dejarte llevar y llevar ahí donde Irving quiere que vayas.
Justo lo que estás necesitando. Y no digo más.
ya estoy convitiéndome en un tatuaje a la deriva de tu amigo JI
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